Se dice tradicionalmente que el
perro es el mejor amigo del hombre, sin embargo, al igual que este último,
también puede llegar a sentir celos. Este diagnóstico fue el resultado de un
estudio realizado en Estados Unidos.
El experimento fue desarrollado
con 36 perros de diferentes razas, en el que se hizo jugar al dueño con tres
objetos distintos, para poder medir las reacciones de los canes.
Fue entonces que se verificó
que cuando el dueño le daba más atención a un objeto en forma de perro, fue
entonces que se detectó reacciones de celos, más que cuando se entretenía con
los otros dos objetos.
Según este estudio se verificó
que los perros pedían más atención de sus dueños cuando aquellos simulaban
jugar con un perro de mentira (78%), que cuando la persona jugaba con la
linterna que tenía forma de calabaza (42%).
"Nuestro estudio parece
mostrar no sólo que los perros tienen un comportamiento que podría hacer pensar
en celos, sino también que intentaron quebrar la relación entre el dueño y el
(falso) animal rival", destaca Christine Harris, quien publicó este
estudio en la revista PLOS ONE con su colega Caroline Prouvost, también de la
Universidad de California San Diego.
Juan Mujica
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