Gatos:
El arañazo de gato produce inflamación y
fatiga.
Los gatos también son portadores del
parásito Toxoplasma gondii, responsable de la toxoplasmosis.
Los perros, ovejas y ganado también pueden
tener este parásito que se encuentra comúnmente en las heces del animal.
Es muy difícil saber si el gato está
infectado porque no suele mostrar síntomas.
Si el parásito está en el ambiente o en la
cadena alimenticia, se corre el riesgo de ser ingerido por humanos.
El mayor peligro está en las mujeres
embarazadas, quienes le pueden pasar la infección al feto, que puede
desarrollar daños en el cerebro y ceguera.
Es posible que las personas con
toxoplasmosis no noten los síntomas o que tengan unos muy parecidos a la gripe
o a la mononucleosis infecciosa (también conocida como fiebre dura).
Perros:
Las garrapatas pueden causar la enfermedad
de Lyme tanto en perros como en seres humanos, pero es más probable que una
garrapata pase de persona a perro que de este animal a un humano.
El síntoma más común es una erupción roja
alrededor de la mordida del insecto. Esto es seguido por síntomas parecidos a
la gripe; pero si no se trata a tiempo, la enfermedad de Lyme puede causar
inflamación en las articulaciones y ocasionar problemas neurológicos.
Las garrapatas que provocan esta afección
suelen habitar en zonas boscosas y templadas donde los perros pueden pasear con
sus dueños.
La rabia es una enfermedad grave que se
puede transmitir por la saliva de la mordida de un animal infectado, en este
caso el perro.
Causa fiebre alta y un comportamiento
agresivo, pero también se puede propagar al cerebro y sistema nervioso, lo que
sería fatal.
Si bien esta enfermedad está presente en
150 países, es en el sur y sureste asiático donde se produce más del 95% de las
muertes de seres humanos por rabia, 55.000 al año.
Terra Perú